martes, 5 de enero de 2010

EL REGALO DE LOS REYES MAGOS

"Apenas su padre se había sentado al llegar a casa, dispuesto a escucharle como todos los días lo que su hijo le contaba de sus actividades del colegio, cuando éste en voz algo baja, como con miedo, le dijo:
-¿Papá?

-Sí, hijo, cuéntame.

-Oye quiero... que me digas la verdad.

-Claro hijo. Siempre te la digo.- Respondió el padre un poco sorprendido.

-Es que...- titubeó.

-Dime, hijo, dime.

-Papá, ¿existen los Reyes Magos?

El papá se quedó mudo, miró a su mujer intentando descubrir el origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro tan sorprendido como el suyo que le miraba igualmente.

-Los niños dicen que son los padres. ¿Es verdad?

La nueva pregunta de su hijo le obligó a volver la mirada hacia él y tragando saliva le dijo:

-¿Y tú que crees, hijo?

-Yo no sé, papá, que sí y que no. Por un lado me parece que sí que existen porque tú no me engañas, pero como las niños dicen eso.

-Mira hijo, efectivamente, son los padres los que ponen los regalos pero...

-¿Entonces es verdad?- cortó el niño con ojos humedecidos.- ¡Me habéis engañado!

-No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí que existen- respondió el padre cogiendo con sus manos el rostro de su hijo.

-Entonces no lo entiendo papá.

-Siéntate cariño y escucha esta historia que te voy a contar porque ya ha llegado la hora de que puedas comprenderla- dijo el padre mientras señalaba con la mano el asiento a su lado.

El pequeño se sentó entre sus padres ansioso de escuchar cualquier cosa que le sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para él debió de ser la verdadera historia de los Reyes Magos.

Cuando el Niño Dios nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto y el Niños se puso tan contento y parecía tan feliz que el mas anciano de los Reyes, Melchor, dijo:

-¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño!. Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían.

-¡Oh, sí!- exclamó Gaspar-. Es una buena idea, pero es muy dificil de hacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo.

Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría comentó:

-Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería tan bonito.

Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su deseo.

El Niño Jesús que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento sonrió y la voz de Dios se escuchó en el Portal:

-Sois muy buenos, queridos Reyes, y os agradezco vuestros regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños?

-¡Oh, Señor!- dijeron los tres Reyes postrándose de rodillas. Necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero... no podemos tener tantos pajes... no existen tantos.

-No os preocupéis por eso -dijo Dios- yo os voy a dar, no uno sino dos pajes para cada niño que hay en el mundo.

-¡Sería fantástico! ¿pero como es posible?- dijeron a la vez los tres Reyes con cara de sorpresa y admiración.

-Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben de querer mucho a los niños?- preguntó Dios.

-Sí, claro, eso es fundamental- asintieron los tres Reyes.

-Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los niños?

-Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje- respondieron cada vez más entusiasmados los tres.

-Pues decidme, queridos Reyes, ¿hay alguien que quiera más a los niños y los conozca mejor que sus propios padres?

Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que Dios estaba planeando cuando la voz de nuevo se volvió a oír:

-Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres Reyes de Oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, Yo ordeno que en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte, regalen a sus hijos los regalos que deseen.

También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes Magos; pero cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia y, a partir de entonces, en todas las Navidades, los niños harán también regalos a su padres en prueba de cariño. Y, alrededor del Belén, recordarán que gracia a los Tres Reyes Magos todos somos más felices.

Cuando el papá hubo terminado de contar esta historia, el niño se levantó y dando un beso a sus padres dijo:

-Ahora sí que lo entiendo todo papá. Y estoy muy contento de saber que me queréis y que no me habéis engañado.


Y corriendo se dirigió a su cuarto, regresando con su hucha en la mano mientras decía:


-No sé si tendré bastante para compraros algún regalo, pero para el año que viene ya guardaré más dinero.


Y todos se abrazaron mientras a buen seguro, desde el cielo, tres Reyes Magos contemplaban la escenda tremendamente satisfechos."





Dedicado a mi hijo Agustín al que un compañero del colegio le ha dicho la gran mentira de que los Reyes Magos son los padres, gracias a Dios, su corazón es tan sencillo y noble, que no lo ha creído.


Dedicado también a todos aquellos que como yo, con casi cuarenta años, siguen viviendo con ilusión esta noche mágica y que SI CRREN en Melchor, Gaspar y Baltasar.


¡FELICES REYES!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lágrimas y sonrisas ... todo a la vez!

Felicidades!
Claudia, mamá de Melina

mili-violeta dijo...

Precioso Agustin!!, me recordo cuando tuve que contar, no igual pero casi igual, esa historia a mi hijo Juan ahora de 20 años y despues volverla a repetir a Gonzalo ahora de 16 años.
A la vez estoy pensando, ¿tendre que volver a contar esta historia a Violeta? o sera tanta su inocencia que no lo tenga que volver a repetir.
Un fuertisimo beso para los 5.