lunes, 31 de enero de 2011

Dos historias diferentes

Hola
Aprovecho el blog de mis hijos para contar dos historias y que cada cual saque sus propias consecuencias.
Las dos ocurren en San Fernando.
Una de ellas es la de Jesús.
Jesús es un chico que coincide con Mario en el centro de logopedia. Tiene diagnosticado más de un 80% de hiperactividad. Es cierto que el chico no para en ningún momento y que cansa pero, obviamente, él no tiene la culpa. Acaba de cumplir 6 años. Está en Infantil de 5 años, como Mario.
Su mamá está aburridísima del colegio de su hijo y no ve la forma de cambiarlo de colegio; sobre todo por la actitud de la profesora del crio.
Pues bien, me cuenta que hace una semana cuando fue a llevarle unas chuches al cole para que celebrara su cumple con sus compañeros, encontró al niño en el pasillo. Por supuesto que el pequeño estaba que se subía por las paredes y, lógicamente, molestando al resto de las clases. La contestación de la "profesora" a pregunta de la madre del porqué de esa situación fue que "está harta del niño" (?). Por lo visto, según ha podido averiguar la mamá de Jesús, cada vez que Jesús "molesta" lo sacan de la clase (con 5 años) y, para mí todavía peor, sus compañeros lo llaman "loco" sin que nadie los reprienda por ellos (repito son niños de 5 años). Jesús no sabe leer ni sabe escribir, simplemente, nadie se preocupa en el colegio de que centre su atención (precisamente ese es su problema) ni que trabaje junto con otros niños. A pesar de ello, el centro es de los que te "recomiendan" (presionan, más bien, por lo menos a nosotros, en el EOE) para que metas a tu hijo porque tienen el aula específica completa (????).

La otra historia es la de Lucía.
Lucía es una compañera de Mario. Como Mario, tiene 5 años y está en Infantil de 5 años (todo obvio).
Lucía acude a clases extraescolares de Música (no en el colegio) y ha entrado en su clase un nuevo compañero que, al parecer, tiene algún tipo de discapacidad. No sé que tipo de problema tiene pero sí que el chico es algunas veces agresivo. Pues bien, el profesor de dichas clases le comentó a su mamá que se había sorprendido por como Lucía trataba a su nuevo compañero. Mientras que los demás alumnos le rehuyen, Lucía no, sino todo lo contrario, se muestra con él cariñosa, le dice que no debe pegar, que se tranquilice y se porte bien. Su mamá le dijo que lo entendía perfectamente porque Lucía tiene un compañero en clase con síndrome de down y ella lo ve como algo normal, y de ahí su trato. El profesor le dijo que así sí entendía el comportamiento de Lucía. En el cole de Lucía no hay una aula de apoyo completa, pero sí hay profesionales a los que les gusta su trabajo, quieren a sus "niños" y no están "hartos" de ellos, y le transmiten a los niños una serie de valores que, por desgracia, en muchos casos se están perdiendo.
No toda la culpa es de los profesores, por supuesto que los padres son los principales responsables de la educación, pero si en el colegio no se preocupan y permiten que a un chico con hiperactividad le llamen "el loco", es que algo está fallando.
Nada más, simplemente tenía ganas de contarlo.
Saludos a todos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo contigo porque a mi me ha ocurrido una cosa parecida pero en dos centros concertados, en uno solo quieren tener el cupo de alumnos con dictamen para tener la subvencion en el otro que es donde ahora se encuentra mi hijo, lo importante es el alumno independientemente de la discapacidad o problema que presente incluso en el aula especifica hay dos pt porque ninguna de las dos tiene problemas en el caso que algun niño lo necesite cambiarlo, mi hijo ha pasado de no querer ir al colegio a traer sus tareas a casa y un contacto casa - colegio importantisimo. Reyes desde Sevilla

Ana Pastor dijo...

no se que pensar sobre tu post tengo claro el caso del niño con hiperactividad pero no la situación de Lucia. Mi experiencia es que en una clase convivan niños diferentes no facilita en comprender las situaciones. No se como explicarme, mi hija no sabe lo que es el sindrome de down, el día que tenga la inquietud por saberlo lo analizaremos bajo todos los prismas, pero por el momento no es importante. Ha convivido con niños con dificultades y ve su comportamiento dentro de la normalidad nunca va más allá.Creo que esa normalidad en todo, la hace ver el mundo con naturalidad sin complejos.
Ojalá los adultos miraran por sus ojos.

Agustin y Mario dijo...

Ana
Quizá no he explicado bien lo que quería decir. El comportamiento de Lucía no es porque su compañero sea sd (que, por supuesto, ella ignora que es) sino por el hecho de compartir aula con un chico que tiene dificultades (no habla bien, no va al ritmo de la clase...) Coincido contigo en que ella lo ve "normal" y por eso, cuando se le presenta una situación similar en otro ámbito, también reacciona ante ella con "normalidad".
Leyendo tu comentario, lo suscribo completamente.

Ana Pastor dijo...

Aclarado, comparto contigo tu punto de vista.