SE ACABA AGOSTO

Hola a todos.

Hacía tiempo que no os contaba nada, pero con esto del veranito estoy un poco más flojo.

Ya casi hemos terminado el verano, apenas nos quedan diez días para volver al cole y yo no tengo ganas de ir y Mario tampoco.

Menos mal que todavía nos queda irnos cinco días a Punta Umbría a un hotel con piscina y playa en donde esperamos pasárnoslo muy bien. Nos vamos con mi madrina Nená, con Kiko y con Ale, como siempre, porque yo siempre recuerdo irme de vacaciones con ellos.

Os cuento que hemos hecho estos días que no he escrito nada.

Lo primero es que hemos estado un poquitín malitos tanto Claudia como yo. A Claudia le salieron muchas pupitas rojas en los dos brazos a causa del calor, pero se le infectaron y hubo que ponerle antibiótico, pero vamos ella tan tranquila. Y yo he estado un poco mal de la barriga igual que mis primas Nené y Paloma, pero ya estamos todos bien.

Hemos aprovechado todas las tardes para dar paseitos al fresquito y los jueves nos ibamos a la plaza del Rey (que es donde está el Ayuntamiento) para ver títeres que a mi me gustan mucho aunque a Mario no parece que le llame mucho la atención.

A Mario lo que de verdad le gusta es la playa igual que a mí. Como nuestro papás trabajan durante la semana sólo hemos ido a la playa los fines de semana.

Los sábados, según mis papás, hemos recuperado la una tradición familiar de irnos junto con Kiko y Nená (y Ale, claro) a La Caleta. La Caleta es una playa muy de Cádiz, es pequeñita, muy familiar y llena de viñeros (bueno los viñeros son los del Barrio de la Viña que es un barrio muy famoso de Cádiz y es donde trabaja mamá). En La Caleta no hay olas porque está entre dos castillos. Nos íbamos después de comer y nos quedábamos hasta que se hacía de noche. Mi padre y Kiko en vez de merendar se toman cervecitas. Dice Nená que cuando yo era pequeño nos daban las tantas de la noche allí en La Caleta.

Los domingos, como siempre ha hecho Levante, nos hemos ido a Santa María del Mar que es otra playa de Cádiz también muy pequeñita y familiar en donde tampoco hay oleaje porque, según me ha explicado mi padre, hay dos espigones que impiden que el mar rompa en la playa. Los domingos hemos ido con los primos Nené, Paloma y Jesús (y sus papás) y este último también han venido Irene y María (con Emí y Yolandai de Bandai jejejejejeje). Nená no viene porque con sus cinco meses de embarazo se cansa de estar todo el día en la playa. Nos lo pasamos genial porque Jesuli trae una barca grande y nos montamos todos en ella, además en esta playa cuando baja la marea, me voy con mi padre a "cazar" cangrejos. A Nené le dan miedo pero a Paloma, que es como yo, no.

Mario se lo pasa igual de bien tanto en La Caleta como en Santa María del Mar porque le encantan jugar con la arena y bañarse. Últimamente ya entra sólo en el agua y además se ha acostumbrado a los manguitos y cuando nos bañamos todos juntos ya va el solo por el agua, mejor así, porque de esta forma papá me puede subir en sus hombros y hacer de trampolín para que yo me tire.

Ayer hacía tanto calor que hasta le dimos su primer bañito a Claudia.

Os pongo unas fotitos de estas dos playas para que las conozcais:

La Caleta

Santa María del Mar

A Mario le hemos dado un poquito de descanso en sus clases "caseras" de logopedia. Durante el verano ha hecho algunos avances en el silabeo y en la lectura (sí, ya lee algunas sílabas) pero todavía le falta el unir dos sílabas para decir bien la palabra. Yo creo que este va a ser su año, cuando se suelte a hablar un poquito; nosotros se lo estamos advirtiendo, que llegando septiembre, vuelve Josemi, Antón, Raquel y, como no, Manoli y Mayte que lo van a poner más derecho que una vela.

Bueno, os pongo unas fotos y me despido hasta después de nuestro pequeño viaje.

Muchos besos.